El consentimiento informado es la autorización voluntaria de un paciente para la realización de los procedimientos diagnósticos o de investigación, así como el tratamiento médico y quirúrgico, asumiendo los riesgos de dicho procedimiento.
Este acto se basa en gran medida en tres principios. El paciente debe:
- Ser mentalmente competente para tomar la decisión.
- Disponer de información adecuada sobre la cual basar su decisión.
- Llegar a una decisión voluntariamente, sin coacción o influencia indebida de los profesionales de la salud, familiares o amigos.